¿Que son los tubos de ventilación y para qué sirven?
Los tubos de ventilación son unos tubitos de metal o de plástico. Durante la operación, se hacen pequeños orificios en los tímpanos, por donde se insertan esos tubos. Estas aberturas al oído medio (el área que hay detrás del tímpano) permiten que el aire entre y salga del oído. Esto permite equilibrar la presión del aire entre el oído medio y el exterior, y ayuda a que salga el líquido que se acumula detrás del tímpano.
La mayoría de los niños no necesitarán ningún tratamiento para que les extraigan los tubos de ventilación más adelante. Los tubos de ventilación se suelen caer por sí mismos, al ser expulsados cuando el tímpano se cura y cicatriza.
Los tubos de ventilación también se conocen como “tubos de timpanostomía” o «tubos de miringotomía».
¿Por qué se colocan tubos de ventilación en los oídos de los niños con LPH?
Muchos niños tienen infecciones del oído medio (otitis media). Estas infecciones suelen ocurrir cuando los niños están resfriados o han contraído otro tipo de infección respiratoria. Las bacterias o los virus pueden entrar en el oído medio y llenarlo de líquido y de pus. Cuando el líquido presiona el tímpano, puede causar dolor de oídos y afectar a la audición. Largos períodos de deficiencias auditivas en los niños pequeños pueden conducir a retrasos en el desarrollo del habla.
El otorrinolaringólogo puede sugerir que a un niño le coloquen tubos de ventilación en el oído si:
- Tienen muchas infecciones de oído que no remiten fácilmente
- Las infecciones de oído parecen estar causándole pérdidas auditivas y/o retraso del habla
- Los tubos de ventilación pueden permitir drenar el líquido que se acumula en el oído medio, prevenir futuras infecciones y ayudar al niño a oír bien.
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